Las lesiones producidas por la diabetes en el llamado «pie diabético» suponen para el paciente que lo padece una importante fuente de sufrimiento, incapacidad, disminución de la calidad de vida y un riesgo de la perdida de parte o de la totalidad del miembro afecto. Consecuentemente al aumento de la morbilidad, aparece un incremento de la mortalidad y de los costes socio-sanitarios.
En España, la incidencia de amputaciones no traumáticas es de 46,1 por 100.000 en diabéticos, siendo en población no diabética del 1,6.
Los pacientes con diabetes mellitus, pueden desarrollar una enfermedad arterial periférica (con mayor incidencia en el segmento infrapoplíteo) y una microangiopatía que condicionan una insuficiencia vascular y que en la mayor parte de los casos se traduce en lesiones tróficas que pueden evolucionar hacia la pérdida de parte o de la totalidad de la extremidad afecta. Además de las lesiones producidas por la patología vascular, los diabéticos pueden desarrollar una neuropatía (pérdida de la función autonómica, sensitiva y motora de los nervios periféricos) que condiciona la pérdida de la sensibilidad protectora, atrofia muscular, deformidades óseas, alteraciones biomecánicas del pie, el fracaso de los mecanismos de regulación de la sudoración que determinan la formación de hiperqueratosis, callos y ulceración y que pueden conducir a la amputación de parte o la totalidad de la extremidad.
La neuropatía periférica reduce y finalmente suprime la sensación dolorosa y así muchas lesiones del pie pasan inadvertidas y el paciente acude al médico cuando están más complicados, lo que explica la elevada tasa de amputaciones.
La combinación de la neuropatía sensorial y la isquemia tiene efecto directo adverso sobre los mecanismos de defensa del paciente diabético, haciéndoles más vulnerables a las infecciones del pie. La infección en los diabéticos es una de las causas principales de descompensación metabólica.
El paciente diabético presenta alteración de múltiples órganos y sistemas entre las que destacan las que afectan al sistema renal, cardiovascular u ocular. El pie diabético es una de las consecuencias que sobre el sistema nervioso autónomo (polineuropatía) y el vascular (micro y macroangiopatía) produce un estado hiperglicémico mantenido. El tratamiento del pie diabético precisa la realización de múltiples acciones terapéuticas que conllevan un importante dolor (curas, desbridamientos, amputaciones…) y que requieren diferentes técnicas anestésicas o analgésicas para poderlas realizar. El empleo de los bloqueos de los nervios periféricos de la extremidad inferior para el tratamiento quirúrgico del pie diabético, por su eficacia, sencillez, baja incidencia de efectos adversos y la escasa repercusión hemodinámica, puede ser la técnica de elección para el tratamiento quirúrgico de este tipo de pacientes.
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